El siguiente cuadro es una pintura abstracta, cuya técnica es el óleo sobre lienzo, cuyo autor es Kandisky, el cual tuvo un importante papel como formador de futuros pintores en la Bauhaus y como teórico del arte con ensayos como "Punto" y "Linea" sobre el plano. En 1918 se corporó a la Revolución Rusa, organizando escuelas de arte y museos, pero huyó del país cuando el estanilismo empezó a despuntar.
El tema de la obra presente es la representación de una batalla entre caballeros en un país de hadas y, a la vez, una lucha entre elementos pictóricos.
En muchas obras de Kandisky de esta época, hay elementos semánticos identificables, como el arco iris o las lanzas de los caballeros que luchan a la izquierda del cuadro. Las formas, sin embargo, se diluyen en mar de colores contrastados de contornos fluidos.
La pintura está dividida abruptamente, en el centro, por dos gruesas líneas verticales negras. En la parte izquierda vemos la expresión de violentas emociones a través de líneas enmarañadas, afiladas y desiguales. En la derecha, todo está en calma y las formas y los colores se distribuyen con armonía.
Una primera lectura plantea una escena inspirada en un cuento fantástico en las que las dos líneas divisorias son dos lanzas sostenidas por dos cosacos con sombreros rojos, cuyas siluetas se adivinan con dificultad. Junto a ellos, a la izquierda, se encuentra un cosaco de barbas blancas que porta una espada violeta.
Las tres figuras están en pie frente a una montaña azul coronada por un castillo.
En la parte superior izquierda, dos cosacos montados a caballo están enzarzados en una batalla, como indican la líneas que se entrecruzan de forma violenta. Inmediatamente debajo hay un arco iris totalmente reconocible.
En la mitad se distinguen dos amantes que se reclinan entregados a su amor y son observados desde la ladera de la montaña amarilla por dos figuras envueltas en túnicas.
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