miércoles, 26 de febrero de 2014

Catedral De Santiago De Compostela


 Catedral De Santiago De Compostela



 
 




Catedral de Santiago el Mayor. El autor es Desconocido. Las obras fueron encargadas por los obispos Diego Peláez (hasta 1087) y Diego Gelmírez (hasta 1128). El Pórtico de la Glori a (que no vamos a analizar aquí) es obra posterior, del maestro Mateo, realizada entre 1161 y 1188. La fecha es de 1075 a 1128.Se localiza en Santiago de Compostela, La Coruña, España. El estilo es de Arquitectura Románica.
Catedral románica, realizada en piedra siguiendo el típico modelo de iglesia de peregrinación,con planta de cruz latinay cabecera con girola y absidiolos
. La longitud del edificio es de 97 metros.
El edificio, una de las mayores construcciones del estilo románico, presenta a sus pies un
nártex, en el que se sitúa el Pórtico de la Gloria. En la construcción primitiva, en este espacio se situaban a cada lado sendas torres de planta cuadrada.El interior del templo se divides en tres naves. La central posee un ancho de 10 metros y alcanza una altura de 22, cubriéndose con bóveda de cañón
. Las naves laterales, de menor altura y unos 5 metros de anchura lo hacen con bóvedas de aristas
. Sobre dichas naves laterales
se alzan tribunas que asoman a la nave central mediante arcos geminados
. Sus vanos exteriores
proporcionan iluminación a la parte superior de la nave central, lo que contrasta con la mayor penumbra de la zona inferior.
Las bóvedas se sostienen mediantes pilares compuestos que presentan columnas adosadas,organizadas de forma tal que la columna que mira hacia la nave central se eleva a lo largo de toda la altura de la misma, hasta alcanzar el inicio del arco fajón correspondiente.
El transepto se organiza también en tres naves en cuyos extremos se abren sendas portadas al exterior. Por otra parte, en uno de sus lados mayor es este transepto presenta cuatro absidiolos, dispuestos dos a cada lado de la cabecera. Sobre el crucero se alza un cimborrio
. En todo este enorme transepto se alzan también tribunas sobre las naves laterales.
La cabecera de la catedral es de amplias dimensiones y dispone de una girola con cinco capillas
radiales en los absidiolos. De ellas, la central presenta al interior forma absidada, mientras que
al exterior se cierra con testero plano.Todo el espacio interior del templo está organizado
de manera que los fieles (tras concluir aquí su peregrinación hasta la tumba del apóstol Santiago) pudiesen acceder a la catedral por la portada de los pies y recorrerla hasta llegar a la girola, en cuyo espacio central se encuentra el sepulcro del citado apóstol. Todo este camino interior o deambulatorio del edificio permite que
puedan desarrollarse sin interferencias las ceremonias religiosas.
La catedral de Santiago viene a simbolizar, en primer lugar, la importancia de una ciudad y una
sede obispal en la que se encuentra situado el sepulcro de uno de los doce apóstoles de Cristo.
En este sentido, la propia planta de la iglesia es imagen de la cruz de Cristo y, en consecuencia,
representación en pìedra de la idea de la cruxifixión y muerte de Jesús como base para la
salvación del mundo. Pero, por otro lado, la construcción simboliza a la perfección el desarrollo
del reino astur-leonés en un momento en el que el espacio geográfico peninsular se encontraba
fragmentado y en el que sobresalía el mundo islámico representado por al-Andalus.
El sepulcro del apóstol Santiago fue redescubierto hacia el año 829, de forma tal que sobre el
mismo se edificó (reinando Alfonso II el Casto) un primer templo, de reducidas dimensiones. Más
tarde se levantaron allí otras dos basílicas prerrománicas a las que finalmente acabó
sustituyendo la catedral que ahora podemos contemplar.
El hecho de disponer de la única tumba conservada de uno de los doce primeros discípulos de
Jesús (junto con la de San Pedro, en Roma), convirtió a la antigua Iria Flavia en el centro de un
creciente movimiento de peregrinaciones que prontó alcanzó a toda la cristiandad europea, de
la cual Santiago de Compostela acabó convirtiéndose en uno de los principales centros
religiosos. Surgió así el Camino de Santiago, una ruta de peregrinación que acababa
precisamente aquí su recorrido. Los distintos ramal es de esta vía se unían tras cruzar los
Pirineos, para recorrer a continuación todo el norte peninsular y concluir en Compostela. De
esta manera, el camino facilitó los intercambios culturales entre las distintas zonas del
continente y llevó más allá de las fronteras de la península la fama de una ciudad y de una
monarquía (la astur-leonesa) que impulsó la devoción a las reliquias del apóstol. Sucedía todo
ello en una Europa ruralizada y feudal, pero que lentamente se iría abriendo al desarrollo de las
ciudades, del comercio y de las actividades burguesas, siempre bajo la atenta mirada de la
Iglesia cristiana como controladora única de las conciencias.

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