miércoles, 23 de abril de 2014

El rapto de las sabinas. Jacques-Louis David.


Aquí podemos observar una pintura del autor Jacques-Louis David titulado ''El rapto de las sabinas'' y realizado en 1799. Su estado de conservación es bueno. Esta obra se encuentra en el Museo del Louvre, en París.

David prefiere hacer gala en esta obra de un clasicismo exhaustivo, dejando atrás su clara prioridad por el Romanticismo. David sustituye lo emotivo por un estilo más sensual y clásico en la línea del más puro estilo griego que Winckelmann tanto reivindicaba. En el mundo griego se valoraba ante todo el desnudo masculino, que es protagonista en esta composición. La obra no fue comprendida, los cuerpos masculinos fueron tachados de andróginos. Si en los Horacios los cuerpos permitían adivinar las venas y la tensión muscular, en las Sabinas nos parecen esculturas clásicas deambulando por un friso. Como se acaba de decir, la composición es en friso, no existe el efecto de profundidad, el dibujo predomina. 

En primer término se desarrolla la escena principal, formada por figuras que parecen inmóviles, como congeladas para la eternidad. Estas figuras expresan la tensión contenida de la lucha. En cambio, en el segundo plano asistimos a figuras en tensión y pleno dinamismo, que se pone de manifiesto en los ojos extraviados de los caballos y exageraciones de sabinas.
En el centro del cuadro, vestida de blanco con los brazos abiertos se encuentra Hersilia, se encuentra entre su marido Rómulo y su padre Tito Tacio, que lidera a los sabinos, al otro lado se encuentra Rómulo,  se le reconoce por la loba representada en su escudo. 
Representa a las Sabinas que se interponen entre dos ejércitos. Para evitar la guerra, a la derecha están sus maridos (romanos), en el otro lado se encuentran sus padres y hermanos los "Sabinos". Para ello llevan a sus hijos para mostrarlos a sus familiares, la acción tiene lugar en Roma al pie del Capitólio. Gracias al coraje de las Sabinas la guerra se evitó.
La historia es mitológica, describe el secuestro de mujeres de la tribu de los Sabinos por los romanos. Cuando Roma fue fundada solo había hombres. Para solucionar el problema Rómulo (su primer rey) organizó unos juegos en honor de Neptuno, para ello invitó participar a los pueblos vecinos. Los Sabinos asistieron acompañados con sus mujeres, los romanos las secuestraron, años más tarde los padres y hermanos decidieron liberarlas, pero ya era demasiado tarde, pues habian tenido hijos con los romanos. 
Son pocos los personajes y caballos representados, la multitud la imaginamos por las lanzas y los estandartes. 


David no escogió el tema por casualidad. En la Revolución Francesa el pintor era diputado de la Convención, era amigo de Robespièrre, que fue guillotinado, y el pintor fue encarcelado en el Palacio de Luxemburgo (París). 

En prisión, David comenzó a pensar en el tema del cuadro, quería hacer a través de él una llamada para reunir a los franceses después del periodo del "Terror Revolucionario".

Esta pintura se encuentra en perfecto estado de conservación, como ya se ha dicho anteriormente y no ha sufrido ninguna modificación, ni restauración.

2 comentarios:

  1. Perdona por corregirte, pero creo que sí hay una clara sensación de profundidad al igual que lo había en el renacimiento, sobre todo por las lanzas como también se ha podido ver con anterioridad con Velázquez, y en la arquitectura de fondo aunque lo más importante del cuadro se encuentra delante para transmitir su mensaje moralizante

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que en cuanto al dibujo, no existe un profundidad en sí. Claro, el autor quiere dar protagonismo a la batalla que se está produciendo y es por esto, que ella cuenta con colores que aportan más saturación y atrevimiento en comparación con el fondo, el cual pareciera ser casi un tapiz. Te hace entender que la composición se encuentra en cierta dimensión y parece ser que el autor no le da importancia a lo que es la profundidad de imagen pero sí se llega a entender que la hay.
      En cuanto al mensaje se refiere, hay una clara profundidad.

      Eliminar