sábado, 30 de noviembre de 2013

El Doríforo


El Doríforo es una escultura griega de etapa clásica pero aún mantiene algún resabio de arcaísmo: está tallado con rudeza, los pectorales son planos y las líneas de la cintura y de la cadera están muy marcadas. Introduce la técnica del contrapposto recayendo el peso sobre una pierna y la otra apenas toca el suelo con la punta del pie, y flexiona la rodilla hacia atrás. La tensión que genera esta descompensación se compensa con ligeras inclinaciones en la pelvis y en los hombros.
Es la encarnación más pura del prototipo del cuerpo viril perfecto, de elegancia austera, sin formas hercúleas ni amaneramientos. Sosegado, avanza seguro de sí mismo, una pausa momentánea une la estabilidad al sentido del movimiento en potencia.
Condiscípulo de Mirón y contemporáneo de Fidias, pertenecen al Estilo Sublime del periodo clásico griego. Fue escultor -sobre todo broncista- y un gran teórico: fijó la proporción, el ritmo y la simetría del cuerpo humano en un canon que se relaciona con este Doríforo (el portador de la lanza). El Doríforo da forma a la máxima aspiración de los escultores griegos, que era la perfecta proporción dentro de un ideal naturalista. El sistema de proporciones del Doríforo se basa en la aplicación de sencillas y antiguas relaciones o módulos aritméticos, como la altura total determinada por 7 cabezas. El factor numérico juega, por tanto, un papel decisivo en la expresión rítmica de la simetría. La belleza se traduce en armonía de las proporciones.

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