jueves, 28 de noviembre de 2013

Mosaico de Justiniano

En esta imagen vamos a comentar el Mosaico de Justiniano, perteneciente al arte musiviario y de autor desconocido. Se caracteriza por la utilización de pequeñas piedrecitas, llamadas teselas, de mármol o barro cocido policromadas para decorar las paredes de los templos. Las pequeñas teselas se unían en el suelo formando un paisaje o iconografías religiosas. Son herencia del paleocristiano ya que estos las usaban en los muros a diferencia de los romanos que las utilizaban para decorar los suelos. Como la pintura, la escultura o la arquitectura el arte musivario también tiene sus características como son la tendencia a la idealización, el uso del plano corrido o las figuras aisladas. El reflejo de la luz causaba un precioso efecto en los mosaicos ya que el color predominante era el dorado.

Cada parte del templo estaba destinada a mostrar una iconografía diferente. En el ábside se representaba al Cosmocrátor y a la Theotokos. En los laterales de las naves se representaba la comitiva en procesión litúrgica y las escenas del antiguo y nuevo testamento. En la cúpula se mostraba la mano de Dios saliendo de una nube rodeada de profetas. Más abajo, en las pechinas, se representaban cuatro serafines.

El mosaico de Justiniano se encuentra en la iglesia de San Vital de Rávena. Más concretamente en su ábside, en las paredes de este. Allí distinguimos dos mosaicos, el de Justiniano y el de su esposa Teodora. En el mosaico de Justiniano lo vemos acompañado del arzobispo de Rávena y todo su séquito que llevan ofrendas. El retrato o símbolo de Justiniano se ve idealizado separándolo de alguna forma del resto de figuras. Mantiene las características de las figuras en los mosaicos; isocefalia, pies en "v", frontalidad, horror al vacío, movimientos reiterados en todos los personajes, hieratismo y rostros indefinidos en el séquito.

En lo que respecta al séquito debemos destacar que mantiene las características anteriormente mencionadas y, en los guerreros de la izquierda, el escudo con el crismón. El arzobispo porta una cruz y , a su izquierda, dos miembros de su séquito portan un libro y un incensiario. Justiniano es representado con una aureola, símbolo de divinización.


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