ALHAMBRA.

Esta residencia-fortaleza nazarí situada en Granada, fue construida a lo largo del siglo XIV. Se inició bajo el gobierno de Mohamed el Ahmar y la continuaron otros reyes.

Los materiales estructurales eran pobres: mampostería, ladrillo y entramado de madera.
Las cubiertas eran de madera y yeso y la solería es de ladrillo y azulejo y los zócalos de alicatado.

Los arcos son decorativos escondiendo en realidad un sistema de peraltado y cairelado con pequeños lóbulos.
La columna era de fino fuste y capitel con un cuerpo cilíndrico y otro encima cúbico, de mocárabes y de ataurique, descansado ambos en fustes muy delgados que se anillan en la parte superior.
Se emplean cópulas y bóvedas esquifadas (cuatro paños), mocárabes y armaduras de par y nudillo.
Hay perforación y calado de paredes y bóvedas y está llena de colores vivos, destacando el dorado.
Tiene una decoración epigráfica en caracteres nesjíes (poesía, religión...)

Consta de una alcazaba o zona ofensiva (torre de la Vela) y una casa real constituida por las siguientes partes: mexuar o sala de audiencias la cual fue reformada en el siglo XVI, un cuarto Dorado, también llamado oficina de apelación. El patio de los Arrayanes y el salón y torre de Comares corresponden al reinado de Yusuf I. Otro edificio es la sala de la Barca.
El patio de los Leones y sus dependencias se iniciaron con Mohamed V en la segunda mitad del siglo XIV.
También está constituida por la sala de los Mocárabes y la sala de los Reyes, eje largo con dos pabellones de columnas del patio. La sala de Abencerraje y la sala de Dos Hermanas son de eje corto y en esta última se sitúa el mirador de Doraxa con ventanas geminadas abiertas hacia el jardín que recibe este mismo nombre.
Entre los dos grandes patios se sitúan los Baños reales. 
Otra parte de esta residencia-fortaleza es la ciudad de los trabajadores que servían a los reyes y mantenían los edificios.