La mezquita de Córdoba fue construida bajo el mandato del emir Abderramá I entre el 785-788, después de haber elegido Córdoba como capital del califato. Su autor es desconocido.
La mezquita tuvo varias ampliaciones por el crecimiento de población en el 833, el 835, entre el 962 y el 966, y en el 987.
Tras la Reconquista, en la mezquita se construyó una catedral y obligó a reformarla un poco.
Un muro bordea toda la mezquita a modo de muralla, sobresalen numerosas almenas y tiene 19 puertas de acceso al interior. Las puertas están decoradas con arcos de herradura o lobulados.
El interior se divide en dos partes: el patio de los naranjos y la sala de oración. En la patio descubierto, se encuentra el minarete y también hay cuatro fuentes rituales y un conjunto de naranjos alineados.
En el interior, las 514 columnas se levantaron reutilizando los fustes y los capiteles de granito y mármol de edificios anteriores. Como tenían poco altura, se ideó el sistema de dos arcadas.
En el muro de la alquibla, se encuentra el mihrab que se quedó descentrado con las ampliaciones, delante, se sitúa la maqsura, lugar reservado para las autoridades. Esto queda iluminado por cuatro cúpulas que se levantaron a partir de arcos entrecruzados.
La mezquita, como todas, está orientada hacia La Meca. Sus tonos y la altura hacen que se integre en el entorno. Es la demostración a la fe islámica y de la adoración a Alá.
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