lunes, 9 de diciembre de 2013

Medina Azahara

Medina Azahara


Medina Azahara es una ciudad-palacio hispanomusulmán de estilo califal, construida por Abd al-Rahman III y Al-Hakemen en el siglo X (936 o 940). Fue capital del Califato de Córdoba desde Abd al-Rahman III . 

Los principales motivos de su construcción son de índole político-ideológica: la dignidad de califa exige la fundación de una nueva ciudad, símbolo de su poder, a imitación de otros califatos orientales y sobre todo, para mostrar su superioridad sobre sus grandes enemigos, los fatimíes deIfriqiya, la zona norte del continente africano. Además de oponentes políticos, lo eran también en lo religioso, ya que los fatimíes, chiíes, eran enemigos de los omeyas, mayoritariamente de la rama islámica suní.

Situada a unos 8 kilómetros al oeste de Córdoba, en las últimas estribaciones de Sierra Morena, en la ladera del Yabal al-Arus,frente al valle del Guadalquivir y orientada de norte a sur, sobre un espolón de la sierra, entre dos barrancadas, que se adentra en la campiña se encuentra Medina Azahara o Madinat al-Zahra, calificada como el Versalles de la Edad Media. Fue elegido por los extraordinarios valores del paisaje, permitiendo desarrollar un programa de construcciones jerarquizadas, de tal manera que la ciudad y la llanura extendida a sus pies quedaban física y visualmente dominadas por las edificaciones del Alcázar. Su implantación en el territorio generó una red viaria e infraestructuras hidráulicas y de abastecimiento para su construcción, conservada en parte hasta la actualidad en forma de restos de caminos, canteras, acueductos, almunias y puentes.
Debido a la topografía del suelo, que se encuentra en pendiente, la ciudad se construyó sobre tres terrazas superpuestas, que correspondían a tres partes de la ciudad separadas por muros.
La residencia califal dominaba toda el área desde la terraza superior situada al norte. La explanada media albergaba la administración y las viviendas de los más importantes funcionarios de la corte. La inferior estaba destinada a la gente del pueblo y los soldados, allí se encontraban la mezquita, los mercados, los baños y también los jardines públicos.

Está constituida por:

La Puerta Norte

Se abre en el centro de la muralla septentrional, es el punto de llegada del denominado camino de los Nogales, la vía de comunicación más rápida con la ciudad de Córdoba en aquel entonces. La puerta presenta una disposición acodada que nos conduce a la estancia del cuerpo de guardia. La puerta norte así como el resto de la muralla está constituida sillares de piedra bien formados colocados a soga y tizón. Desde la puerta norte se inicia, hacia la izquierda, una rampa descendente de forma quebrada, que conecta con cuatro puertas y que nos lleva, a su vez, a la siguiente estructura destacable del sector público del alcázar.

La Casa Militar

Edificio de planta basilical con cinco naves longitudinales y una transversal rematada por saletas en sus extremos, donde se define un núcleo jerárquico formado por las tres naves centrales, aisladas del resto mediante puertas. El conjunto se completa con una gran plaza al sur, de la que no se conserva el suelo original, flanqueada por varias estancias en su lado oeste y una vivienda en el costado oriental. El edificio tiene la peculiaridad de conservar prácticamente integro su pavimento original de ladrillo. Por otra parte, el revestido de los muros se realizó con mortero pintado de almagra en el zócalo y blanco en el reto.

El Gran Pórtico

Constituye la entrada más emblemática, simbólica y ceremonial al corazón del recinto del Alcázar, la zona más noble de la ciudad palatina, dando acceso a la zona administrativa y política del mismo. Se concibió inicialmente con catorce arcos practicables, constituyendo la fachada oriental de una gran plaza rodeada de otras construcciones. Todos los arcos son escarzanos, excepto el central, que es de herradura; los arcos están erigidos sobre pilares y alineados en dirección norte-sur a partir del amurallado norte. La decoración de la arquería consistía en un enlucido blanco con la presencia alterna de dovelas de ladrillo y piedra. Se trata de una organización efectista, puramente escenográfica, ya que su principal función era impresionar a todos aquellos que se acercasen, sin correspondencia alguna con el espacio trasero, donde se abre una sola puerta de reducidas dimensiones.

El Salón Rico

Constituye la parte más valiosa de todo el conjunto arqueológico, tanto por su calidad artística, como por su importancia histórica, siendo considerado sin discusión alguna el auténtico símbolo y emblema de todo el conjunto califal de Madinat Al-Zahra.

La Mezquita Aljama

Es una de las primeras edificaciones construidas en Madinat al-Zahra entre los años 941 y 945. Es la mezquita principal de la ciudad, donde el soberano, o la persona en quien este delegara, dirigía la oración comunitaria de los viernes. La mezquita se encuentra adosada al costado oriental del Jardín Alto, pero externa al recinto del Alcázar, la parte central del conjunto califal. El edificio, a diferencia de la mezquita de Córdoba, está bien orientado hacia La Meca. Consta de un patio porticado en tres de sus lados y una sala de oración de cinco naves longitudinales separadas por arquerías perpendiculares al muro de qibla. Sólo el espacio de la maqsura, reservado para uso exclusivo del califa, se pavimentó con losas de barro, cubriéndose con esteras el suelo terrizo del resto del oratorio. El alminar, torre desde donde se llamaba a la oración, es de planta cuadrada al exterior y octogonal en el interior, ubicándose junto a la puerta norte del acceso al patio.

La Casa de la Alberca

Situada al oeste de la denominada casa de Yafar, y se considera, casi de manera unánime y sin que hayamos podido encontrar evidencias claras que nos lo garanticen como la residencia del príncipe heredero Alhakén, hijo de Abderramán III, y que sucedería a su padre  como califa y príncipe de los creyentes en el año 961 tras la muerte de este. Respecto a su cronología, se trata de una de las construcciones más difíciles de datar de todo el conjunto, siendo muy difícil de aportar una fecha precisa para este, aunque se evidencia, por comparaciones estilísticas, una fecha de ejecución bastante temprana.
Estructuralmente destaca por ser la única construcción de todo el conjunto que presenta una planta en torno a un jardín centralizado con alberca, lo que proporciona a este recinto de viviendas uno de los espacios más íntimos de todos los conjuntos palaciegos de la ciudad califal.

La Casa de Yafar

Su estructura se articula alrededor de tres ámbitos espaciales, organizados en torno a sus correspondientes patios, todos ellos de distinto carácter: uno público, uno íntimo y otro de servicio. El espacio oficial es constituido por una edificación de planta asimilable a la basilical, que cuenta con tres naves longitudinales que comunican entre si mediante puertas rematadas por arcos de herradura, así como una nave transversal abierta al patio, donde se interrumpe la correspondencia existente entre las naves longitudinales la fachada, con el objeto de adaptar esta última al espacio creado por la construcción de un baño contiguo. La fachada se organiza mediante una triple arcada de herradura soportada por comunas. En cuanto a la decoración del edificio, éste se pavimentó con gruesas losas de mármol blanco, excepto en el patio, donde se emplearon piedras de caliza violácea; además, destaca la decoración de ataurique de la fachada con temática vegetal y geométrica, que también está presente en el vano de comunicación de la nave transversal y la central, que ostenta sendos tableros en los frentes y las jambas del vano.

La Casa Real

Se organizó sobre una plataforma cortada en la roca donde se ubicaron una terraza delantera y tres crujías paralelas de habitaciones extendidas a lo ancho, rematadas en los extremos con alcobas y decoradas íntegramente con atauriques. La Casa Real no se adosó sobre el macizo de sillares de la plataforma superior, sino que se separó del mismo a través de un largo corredor de servicio que atraviesa el conjunto. Tanto las fachadas de las habitaciones principales como las portadas interiores recibieron decoración de ataurique labrada en placas de piedra adheridas a los muros.

La Red Viaria

Tras la fundación de Madinat al-Zahra y como consecuencia de la misma se efectúan una serie de realizaciones que dotarán a la nueva ciudad de una red viaria propia e independiente. Se centran en el territorio occidental de Córdoba.

Tras múltiples saqueos y su utilización como cantera artificial, esta ciudad palacio se acabó por destruir casi por completo. 
Aunque en sus años de esplendor fue una ciudad-palacio rica desde el punto arquitectónico y artístico, ahora se conservan algunos restos.


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